Por Alvaro Lopez.
Había mucha incertidumbre sobre los Juegos Panamericanos, muchos nos preguntábamos si Guadalajara iba a ser capaz de organizar eficientemente un evento de tal envergadura. Se hablaba del manoseo político, de las improvisaciones y muchos temimos que esto pudiera afectar el desarrollo de la justa deportiva, la cual, hasta casi el momento de su inauguración, no había logrado contagiar suficientemente el espíritu; no sólo en Guadalajara, sino en todo México. Pero con la inauguración todo parece haber cambiado. Los mexicanos nos dimos cuenta que los Juegos Panamericanos existían, que a pesar de la indiferencia de algunos medios —como Televisa, por ejemplo—, en Guadalajara se iba a vivir el evento más importante que haya albergado nuestro país después de los mundiales de 1968 y 1970.
La inauguración fue simplemente espectacular. Sin el presupuesto que se podría tener para unas olimpiadas, se logró hacer una inauguración destacable, que gustó a la mayoría de los mexicanos. La ceremonia fue de menos a más. Todo empezó con un Vicente Fernández que se equivocó más de una vez en el himno nacional. Hasta la salida de las delegaciones al escenario parecía que se iba a tratar de una inauguración deslucida, pero a partir de ahí todo cambió. La pirotecnia, la tecnología, la participación de bandas como Nortec con una sublime puesta de escena. Todo salió a la perfección. Tal vez si algo no me gustó mucho fue los discursos de Emilio González (un tanto politizado) y el de Mario Vázquez Raña quien denotó mucho nerviosismo. También Felipe Calderón se mostró muy nervioso (al grado que sus detractores aseveraron que el presidente estaba pasado de copas) al momento de dar por iniciados los Juegos.
Tal vez lo que me decepcionó un poco fue el encendido del pebetero. No solo porque habían deportistas que tenían más méritos que Paola Espinoza, sino que fue muy simple y falto de creatividad. Pero en lo demás la inauguración fue un evento de calidad mundial, no hubo fallos, la gente presente mostró su emoción ante la inauguración de los juegos.Ya van dos días de competiciones y todo aparentemente ha salido bien, excepto algunos fallos que hubo en la natación donde el tablero tardaba en mostrar los resultados, o en las competencias de gimnasia donde hubo un fallo del sonido. Pero en general se ha visto una buena organización. La decoración de las sedes ha sido muy buena. Algo que también agradezco es que a diferencia de Rio de Janeiro 07, la publicidad no es tan intrusiva y le da un aire más olímpico (dado que en las olimpiadas no está permitida la publicidad dentro de las competiciones).
Todavía falta mucho tiempo para dar un resultado final sobre la organización de los Juegos Panamericanos, pero a pesar de los contratiempos que surgieron como el estadio de atletismo, y las goteras en algunas sedes, en los primeros tres días el saldo ha sido positivo. Esperemos que así sigan las cosas y que se logre poner el nombre de Guadalajara en alto.
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