No fue el crono esperado, pero era el resultado deseado entre los espectadores del estadio de la Universidad de York, en los Juegos Panamericanos de Toronto el miércoles por la noche.
En 10 segundos 5/100, De Grasse dio un gran paso en el libro de la historia del atletismo canadiense.
El canadiense ganó el oro en la disciplina reina de los principales juegos internacionales, a pesar de un comienzo menos explosivo en la carrera que lo que él habría esperado.
“No puedo decir [la razón], explicó De Grasse. Mis inicios fueron mal toda la semana. No fue ayer [martes]. Pero he encontrado una manera de ganar.”
A pesar de las expectativas del público, De Grasse dijo no haber sentido una presión exagerada en los últimos días.
“No tenía presión, aseguró. Mi familia y mis amigos me dijeron que cualquiera fuera el resultado, estarían orgullosos de mí. Ha sido una temporada larga. Y lograrlo en casa, es una sensación increíble”.
Ramon Gittens de Barbados, y Antoine Adams de Saint Kitts y Nevis, han seguido en el orden con tiempos de 10.07 y 10.09 s s y un viento favorable de 1,1 m / s.
La final, más lenta que la segunda semifinal estuvo muy ajustada hasta las últimas fracciones de segundo.
De Grasse se había clasificado para la final con 9,97 segundos. Un viento favorable de 2,2 m / s soplaba en ese momento en las espaldas de los atletas.
Por Leonora Chapman
Rcinet.ca
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