Juegos Panamericanos de 1959
Chicago 1959 | |
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III Juegos Panamericanos | |
Localización | Chicago
Estados Unidos |
Participantes
• Países • Atletas |
25 2.263 |
Eventos | 18 deportes |
Ceremonias | |
Apertura | 27 de agosto de 1959 |
Clausura | 7 de septiembre de 1959 |
Estadio olímpico | Soldier Field |
‹ 1955 • • 1963 › |
Los III Juegos Panamericanos se inauguraron el 27 de agosto en un caluroso día frente a una multitud de 40.000 personas en Chicago, Illinois, Estados Unidos. Esta fue la primera vez que los Juegos Panamericanos se realizaban en Estados Unidos.
Los juegos habían sido programados inicialmente enCleveland, Ohio, pero, debido a una decisión del Congreso estadounidense de cortar el presupuesto en $5.000.000, la ciudad se vio forzada a retirar la sede. Chicago, bajo el liderazgo del alcalde Richard J. Daley, aprovechó la oportunidad y se convirtió en la nueva sede.
Los juegos se inauguraron en el Campo del Soldado (Soldier Field) de Chicago, con 2.263 atletas que participaron en 18 deportes. La villa atlética se ubicaba en el Campus de la Universidad de Chicago.
Medallero
# | País | Total | |||
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1 | Estados Unidos | 115 | 69 | 52 | 236 |
2 | Argentina | 9 | 19 | 11 | 39 |
3 | Brasil | 8 | 8 | 6 | 22 |
4 | México | 6 | 11 | 12 | 29 |
5 | Canadá | 5 | 19 | 24 | 48 |
6 | Chile | 5 | 2 | 6 | 13 |
7 | Jamaica | 2 | 4 | 8 | 14 |
8 | Cuba | 2 | 4 | 4 | 10 |
9 | Bahamas | 2 | 0 | 0 | 2 |
10 | Venezuela | 1 | 7 | 7 | 15 |
11 | Uruguay | 1 | 3 | 4 | 8 |
12 | Panamá | 0 | 4 | 4 | 8 |
13 | Perú | 0 | 2 | 5 | 7 |
14 | Puerto Rico | 0 | 2 | 4 | 6 |
15 | Ecuador | 0 | 1 | 1 | 2 |
16 | Guyana Británica | 0 | 0 | 3 | 3 |
17 | Antillas Neerlandesas | 0 | 0 | 1 | 1 |
Guatemala | 0 | 0 | 1 | 1 | |
Total | 156 | 155 | 153 | 464
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Chicago 1959, tercera parada
Los Panamericanos llegan a EEUU, que se erige como claro dominador
LA HISTORIA DE LOS JUEGOS |
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BUENOS AIRES -- Las dudas, a causa de problemas organizativos previos, aparecieron por primera vez en la tercera edición de los Juegos Panamericanos, constituyendo un hito de los inconvenientes surgidos en posteriores versiones. Por el lado deportivo, había comenzado la transformación de los métodos de entrenamiento y, en Chicago, casi no quedaron récords en pie.
Apoyado en esa transformación, más la selección de un equipo con las mejores figuras del país, teniendo como mira los Juegos Olímpicos de Roma del año siguiente, Estados Unidos hizo más evidente el gigante abismo existente entre sus representantes y los de los países latinoamericanos.
Originalmente iban a tener lugar en Cleveland, Ohio, pero el Congreso de los Estados Unidos le negó los u$s 5.000.000 solicitados a los fondos federales, estableciendo que cada ciudad debía hacerse cargo de la faz económica de sus propias organizaciones, como sucedió después en Indianápolis 1987 y en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 y Atlanta 1996.
Ante esa medida, Cleveland se retiró como sede. Chicago, poderoso centro industrial, aprovechó la oportunidad para ocupar su lugar. Al mando del alcalde Richard J. Daley, enfrentó la candente situación, a pesar del escaso tiempo existente para armar las estructuras y recaudar los fondos necesarios.
Se recurrió al Campus de la Universidad de Chicago para hospedar a los hombres, denominándolo Villa Panamericana, y a las 298 mujeres las alojaron en el Hotel Shoreland, situado en las cercanías de ese complejo universitario.
El escenario principal fue Soldier's Field, donde se desarrollaron las ceremonias, el atletismo y el fútbol. La piscina de Portage, en las afueras de Chicago, reunió a la natación, los clavados, el nado sincronizado y el waterpolo. En el lago Michigan, se efectuaron el remo, el canotaje y el yachting. De donde se hicieron los otros deportes no existen datos fehacientes, aunque algunos fueron dentro de ese ámbito universitario.
DATOS COMPLEMENTARIOS |
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* Según los textos de la época, la ceremonia inaugural no contó con el calor popular prodigado por argentinos y mexicanos. Si bien contó con su tradicional desarrollo, no faltó alguna innovación por parte de los organizadores. Una larga cadena de relevos compuesta por miembros de los Boys Scouts sustituyó a los deportistas en el traslado del fuego panamericano desde México. Además, la antorcha fue eléctrica, sin la original llama y el encendido del pebetero se realizó de manera automática.
* Un detalle para tener muy en cuenta, porque pueden encontrar contradicciones en el medallero de Chicago según las publicaciones. Lo real es que Jamaica y Trinidad & Tobago participaron unidas como Federación de Indias Occidentales y su sigla fue FIO. Algunos le dan a Jamaica los triunfos atléticos de los 400 y la posta 4x 100. Algo similar sucede con la totalidad de medallas de los Juegos de esa época. Ante tal situación, tomamos en cuenta las que nos merecen mayor veracidad. * De los 158 oros distribuidos. Estados Unidos se quedó con 115; Argentina, 9; Brasil, 8; Canadá, 7; México, 6; Chile, 5; Federación de Indias Occidentales, Cuba y Bahamas, 2; Venezuela y Uruguay, 1. * En el día del cierre hubo una nota triste. El remero brasileño Ronaldo Duncan Arantes fue asesinado en un hecho nunca aclarado. Había participado de la prueba de ocho largos, en el que de su país terminó en cuarto y último lugar. * Una cuestión de peso en la vida de un pesista. El superpesado argentino Humberto Selvetti fue el único capaz de competir de igual a igual con los mejores del mundo, en la historia de las pesas de su país. En los Juegos de Melbourne 1956, levantó un total de 500kg, récord olímpico. En el último intento, el estadounidense Paul Anderson, recordman mundial con 512kg, lo igualó en el primer puesto. En la balanza, Selvetti perdió el oro, por pesar más que su rival. En Chicago, empató con Dave Sylvester Ashaman. Nuevamente la balanza lo mando al segundo lugar, porque pesó 150kg y el estadounidense, 121. * Sorprendió el atleta inexperto y de estatura pequeña con el tercer lugar en la final de los 100m. Los técnicos estaban impresionados por el pique de ese novato en la partida y en su velocidad en los primeros metros del recorrido. Era el cubano Enrique Figueroa Camué, quien apoyado en esas virtudes, cuando maduró se transformó en un referente del atletismo mundial. |
EL FESTIN ATLETICO
De las 32 preseas de oro distribuidas por el atletismo, 26 fueron para los Estados Unidos. De los 24 nuevos registros, 21 quedaron en manos de sus representantes. En medio de es avasallante supremacía, merecen resaltarse quienes fueron capaces de superarla.
EL JAMAIQUINO GEORGE KERR
Lo hizo por partida doble. En los 400 metros y como último hombre de la posta 4 x 400. En esta especialidad consolidó las tareas de sus compatriotas Melvelle y Malcolm Spence y el trinitario Bacil Ince, haciéndose inalcanzable y establecer una nueva marca de los Juegos.
EL BRASILEÑO ADHEMAR FERREIRA DA SILVA
A pesar de estar lesionado y de tener ya 32 años, Ferreira da Silva, el rey del salto triple durante la mayor parte de la década del 50, se retiró de las pistas con un triunfo, el tercero en igual cantidad de Juegos efectuados hasta ese momento. Ferreira da Silva fue el primero en superar la barrera de los 16 metros. Mejoró el récord mundial en seis ocasiones, conquistó dos oros olímpicos, hablaba varios idiomas, es considerado la piedra basal del atletismo de su país, fue uno de los protagonistas principales de la película Orfeo Negro y falleció en el 2001.
EL ARGENTINO OSVALDO SUAREZ
El mejor fondista de su país volvió a ser protagonista de los 5.000 y 10.000 metros como en México. No pudo repetir el doblete y se debió conformar con el oro en la distancia más larga, agregando otro récord a su historial, y la plata en los 5.000, al ser segundo, a dos décimas de segundo de Bill Dellinger.
LA CHILENA MARLENE AHRENS Y LA CUBANA BERTHA DIAZ
No resultó una sorpresa ver a la espigada y rubia jabalinera Marlene Ahrens imponerse sin problemas. A esa altura se había erigido en una gloria del deporte de su país, pues era y sigue siendo la única mujer chilena en subir a un podio olímpico, al ser segunda en Melbourne. En momentos en que Cuba vivía la revolución, Bertha Díaz se impuso en los 80m, con vallas. El registro fue de 11s2 y quedó como el mejor registro panamericano, porque no fue superado en San Pablo 1963, última vez que se corrió esa distancia, pues pasó de 80 a 100m.
FIGURAS A GRANEL
La abrumadora presencia en lo alto de los podios de un contingente excepcional estadounidense, dueños del atletismo del continente, determinó una basta cantidad de figuras, entre ellas hubo una muy especial y se constituye en la apertura de nuestras menciones.
ALFRED OERTER
La única actuación de Alfred, más conocido por Al, Oerter, en este tipo de Juegos sucedió en Chicago. Medía 1,92m de estatura y pesaba 130kg. Este discóbolo que había sorprendido, a los 20 años, al ganar el oro olímpico en Melbourne 1956, iba a convertirse en el mejor lanzador de su especialidad de todos los tiempos. Triunfó con 58,71m, superando al segundo por casi cuatro metros, mejorando su marca de 56,36 que le dieron la victoria tres años atrás. Luego, fue campeón olímpico en Roma, Tokio y México, para conformar una cuarteta inigualada Fue el primero en superar los 60 metros y llevó el primado mundial hasta los 64,68m.
HARRY JONES Y LEE CALHOUN
Harry Jones empleó 13s6 en la final de los 110m, con vallas, y pudo ser la gran estrella, pero su tiempo, que era la mejor marca del momento, no pudo ser validado, debido al viento a favor superior al máximo estipulado. Lo escoltó Lee Calhoun, con 13s7. Al año siguiente en Roma, Lee se adjudicó el oro (13s8) y Harry se debió conformar con el bronce (14s). Falta un detalle, Calhoun ya era el recordman mundial, con 13s2.
OTROS DESEMPEÑOS DESTACADOS
El potente Ray Norton, de 23 años, fue el astro de la velocidad, al imponerse en los 100, 200 y clausurando la posta 4 por 100. Dos con antecedentes dorados olímpicos se lucieron: el lanzador de bala Parry O`Brien, quien poseía el registro mundial y también fue bronce en disco, y el saltador en alto Charles Dumas. Entre las mujeres, Lucinda Williams tuvo una dimensión similar a la de Ray Norton. Triunfó en los 100, 200 e integrando la posta 4 por 100.
WILMA RUDOLPH
El paso panamericano de Wilma Rudolph indica una plata en los 100m y un oro en la posta 4x100. No se puede hablar del nacimiento aquí de esta inconmensurable estrella, pues su debut internacional había sido tres años antes, cuando siendo quinceañera, disfrutó el bronce de la posta corta en Melbourne. Pero ya anunciaba ser una atleta fuera de lo común. Sus largos pasos, acompañaban su alto y espigado cuerpo, dando la imagen de una gacela. Llegó a Roma portando el record mundial de los 200m. Allí corrió los 100m en 11s, un tiempo de otro planeta para esa época. Ganó los 200 y abrochó la marca mundial de la posta, convirtiéndose en la primera mujer estadounidense en lograr tres oro olímpicos en un mismo Juego. Ese año alcanzó su otro objetivo: ser la recodwoman mundial de los 100m, con 11s2. Tuvo una infancia plena de infortunios y un triste final, cuando un cáncer cerebral se la llevó a los 54 años.
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